Miguel Poveda, una voz para un futuro mejor
Desde la liviana, nana, mariana, pregones, la caña a tres voces y el polo, hasta la soleá de Cádiz a orquesta, sin olvidar las peteneras, tangos, seguiriyas de Jerez y Los Puertos, alegrías, bulerías o los honores a Málaga, Almería, Huelva, Jerez, Lebrija, Utrera y Triana, toda la propuesta es un ejemplo rítmico de convivencia de modelos que crean una atmósfera de solidaridad inaudita, tal y como hizo la soleá de Charamusco, en la que facilitó el entendimiento entre Mairena y Marchena.
'Historias de viva voz' lograba, en consecuencia, facilitar el conocimiento del pasado desde la interpretación del presente, mientras que el público, que disfrutó durante dos horas y media, se rendía ante un Poveda que nos enseñaba que si la mejor manera de evitar los errores del pasado es recurrir a las voces complacientes de la historia para buscar las raíces, a la hora de contemplar los discursos expresivos, hay que hacerlo desde la distancia, con perspectiva histórica, aprendiendo de sus errores y utilizando sus aciertos para llevar el flamenco a su máximo esplendor. Así se garantiza el futuro del arte. El cielo, por su parte, lloraba horas después con una lluvia de agradecimiento no porque Poveda saliera por la Puerta del Príncipe, sino porque había señalado el camino para la gloria.
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