Desde que el flamenco salta – a mediados del XIX- del anonimato del clan gitano a los escenarios públicos, la soleá fue un cante que solía acompañarse de su correspondiente baile. En un principio, estaba destinado a la mujer, pero poco a poco también empezó a ejecutarse habitualmente por los hombres como baile, las soleares son probablemente la modalidad de más solemne y poderosa plasticidad de todo el flamenco.
- Compás de 3x4
- Introducción subida y cierre.
- Varias coplas y cierre.
- Escobilla subida y cierre.
- Varias coplas.
- Escobilla subida y cambio a bulerías.
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